La mayoría de seres humanos contamos con cinco sentidos indispensables: la vista, el tacto, el olfato, el tacto y el oído. Este último resulta imprescindible para que podamos desarrollar nuestra vida en sociedad, es clave para poder comunicarnos o estar alerta de los posibles peligros que puedan haber en nuestro alrededor, si falla este sentido nuestra vida no va ser igual de cómoda que la de nuestro alrededor.
Problemas auditivos. Síntomas frecuentes
- Acúfenos: Los acúfenos o tinnitus pueden ser síntomas muy importantes que pueden determinar una afección en la función auditiva. Cuando se escuchen ruidos que no provengan del ambiente exterior, ruidos molestos y extraños en los oídos, se les debe prestar mucha atención. No es una situación normal, por lo que conviene acudir al especialista.
- Tapones de cera: La cera es necesaria para lubrificar y mantener sanos los conductos del oído. No obstante, en ocasiones se segrega en exceso pudiendo taponar al oído y afectar a su integridad. Los síntomas son parecidos al del acúfeno, puntualizándose la pérdida de audición drástica de un día a otro, pudiendo ser reversible si se trata adecuadamente.
- Hiperacusia: Hay personas que pueden oír perfectamente, pero la tolerancia que tienen a determinados sonidos es más baja que en la de otras personas. Este tipo de dolencia afecta cuando el ruido demasiado bajo produce malestar. También si los ruidos producen mucha sensibilidad hasta el punto de “sentir dolor”, sobre todo los intensos, puede ser señal de una afección auditiva. Si los ladridos de un perro, los timbres, el sonido de la aspiradora o el agua corriendo por el grifo molesta y produce una cierta angustia, es recomendable vigilar este punto. Algunos niños pueden llegar a presentar esta afección, manifestándose a través de un comportamiento travieso por no soportar estos sonidos.
- Otitis: Es una afección muy común entre la población, sobre todo en los meses de verano (otitis del nadador). No obstante, es recomendable realizar una revisión auditiva tras padecer el proceso, o incluso si se padecen otitis de repetición, para encontrar el posible origen. La otitis media es una de las causas de pérdida de audición en niños de entre 0 y 7 años. Los síntomas más habituales en una otitis son dolor de oído, fiebre, vértigos y mareos y secreción a través del oído. Un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio puede ser la causa de la otitis, además de procesos respiratorios y alérgicos, por lo que es imprescindible determinarlo con el otorrino.
- Pérdida auditiva o Hipoacusia: Si se permanece diariamente en un lugar con excesiva exposición al ruido, es muy conveniente realizar revisiones auditivas a menudo. Desde camareros de bares, hasta obreros u otras profesiones consideradas de riesgo, pueden experimentar una hipoacusia puntual tras la salida del trabajo o una hipoacusia gradual con el paso del tiempo, pudiendo experimentar una pérdida de audición acelerada. Igualmente, a partir de los 60 años, y con el envejecimiento, la persona tiende a perder audición (presbiacusia), por lo que es fundamental acudir a un especialista para mantener una adecuada calidad de vida durante la etapa de la vejez.
Razones por las que pedir cita a un otorrino
Estas son las claves que indican que podría haber pérdida de audición y que es tiempo de acudir a un especialista:
1) Si te resulta difícil escuchar o mantener una conversación en ambientes ruidosos. Este es el síntoma más común de la hipoacusia y al que menos importancia se le da puesto que se considera “normal” escuchar mal si se está en un sitio con ruido.
2) Ver la televisión o escuchar música con el volumen más alto que el resto de la familia.
3) Si tienes que pedir a las personas que le repitan varias veces las cosas.
4) Si notas que es difícil escuchar o comprender una conversación y respondes de manera inapropiada.
5) Si al hablar por teléfono escuchas mejor de un lado del oído que del otro.
¿Qué prueba puede hacerte el otorrino?
En caso de que sientas que debes ir al otorrino, la prueba que te hará este es muy sencilla: La prueba de impedanciometría.
¿Cómo se hace la impedanciometría?
Se introduce una sonda en el conducto auditivo externo, que a la vez lo sella, convirtiéndolo en una cavidad hermética. El interior de la sonda está constituido por tres conductos que la atraviesan de lado a lado:
Uno de estos conductos está conectado a una bomba de presión que permite cambiar y calibrar la presión que hay en la cavidad hermética creada.
El segundo conducto está conectado a un altavoz que emite un tono, generalmente de baja frecuencia, y a una intensidad constante. Este tono será absorbido por la membrana timpánica y por la cadena de huesecillos del oído interno. En un oído normal, en condiciones basales, cuando la presión dentro de la cavidad artificial es igual a la de la cavidad timpánica, la movilidad del complejo timpánico osicular es máxima, es decir, la impedancia es mínima, y la cantidad del tono de prueba reflejada es mínima.
El tercer conducto está conectado a un micrófono que recibe el tono de prueba reflejado y lo transforma en una señal eléctrica que puede cuantificarse mediante un instrumento denominado voltímetro.
Es una exploración totalmente indolora, pero si sigues teniendo dudas, puedes consultar a los especialistas de nuestra clínica que te atenderán sin ningún tipo de problema.